El estudio sugiere profesionalizar la labor para garantizar empleo estable y fortalecer la resiliencia frente al cambio climático.

¿Cuál es la fuente del estudio?
El informe fue elaborado por el Observatorio Laboral de la Región del Maule, proyecto ejecutado por la Universidad Católica del Maule (UCM) con respaldo de la Subsecretaría del Trabajo, en coordinación con CONAF, CORMA, Bomberos y SENAPRED.
¿En qué consiste la investigación?
El estudio “Profundización de ocupaciones: Brigadistas forestales” analiza las condiciones laborales y formativas de quienes se desempeñan en el combate y prevención de incendios, destacando la relevancia estratégica de esta ocupación para la seguridad territorial y ambiental del Maule.
¿Qué conclusiones se obtuvieron?
La investigación constata mejoras progresivas en las condiciones laborales, incluyendo turnos y equipamiento, pero advierte que la estacionalidad del empleo limita el desarrollo profesional del sector y reduce la continuidad de la capacitación técnica.
¿Qué datos entrega el estudio?
Según CONAF, durante la temporada 2022-2023 se registraron 431 mil hectáreas afectadas por incendios y 2.369 brigadistas movilizados a nivel nacional. En el Maule, 380 personas trabajaron en esta ocupación durante el último año.
¿Cómo es el perfil del brigadista forestal?
La ocupación presenta mayor participación masculina y no exige estudios previos ni experiencia laboral, aunque sí requiere capacitación obligatoria. Las competencias más valoradas incluyen destreza manual, comprensión de instrucciones y reportes, trabajo en equipo, comunicación efectiva y manejo emocional frente a emergencias.
¿Qué señaló la directora del Observatorio Laboral del Maule?
“La prevención es la mejor herramienta para proteger nuestros bosques y fortalecer el empleo local. Si capacitamos a las y los brigadistas para que también lideren acciones de prevención y educación durante el invierno, reducimos riesgos y generamos estabilidad laboral. Lo vivido en Santa Olga en 2017 nos recordó que prevenir es cuidar vidas, patrimonio natural y empleo”, expresó Irma Carrasco, directora del Observatorio.
¿Qué propone el informe?
El estudio propone avanzar hacia un modelo de formación continua y certificada, con coordinación entre instituciones para estandarizar prácticas y contenidos. Además, frente a los efectos del cambio climático —temperaturas al alza, temporadas más extensas y suelos secos—, recomienda desestacionalizar la labor, creando equipos permanentes de brigadistas que trabajen todo el año en prevención, restauración ecológica y educación comunitaria, apoyados por mecanismos de empleo verde que fortalezcan la sostenibilidad territorial.








